“Vestidas con batas de algodón blanco y alpargatas que ellas mismas bordaron, las cinco ancianas de
“Los muiscas que se tragó la urbe”, ¿No teníamos en el olvido a esta importante civilización que formó parte esencial de nuestro pasado? ¿No eran solo el recuerdo de una cultura que quedo reducida a una visita a la laguna de Guatavita y a oír relatos e historias de Bachue? Los muiscas atravesaron un proceso de a culturización durante el período de colonización y poco a poco igual que paso con muchas tribus indígenas fueron quedando en el olvido, y esto no quiere decir que dejamos de hablar de ellos, que hicimos como si ya no existieran, sino que por el contrario los ignoramos aún sabiendo que estaban presentes y continuamos colaborando a que ésta cultura cada ves mas lejana a sus inicios se integrara en la ciudad y se volviera parte de ella.
Pero para los descendientes muiscas las cosas son diferentes, en realidad ellos quieren volver a sus tradiciones, quieren recuperar su cultura quieren ser otra ves los muiscas de hace tantos siglos atrás ¿Los dejamos? Así pues en la comunidad de San Bernandino las personas buscan practicar sus ritos guardar su cultura y practicarla e intentar que la ciudad no se interponga, allí los bogotanos seguimos siendo criollos, los humedales representan lugares sagrados, se practican los ritos religiosos propios de los muiscas e intentan vivir como muiscas:” Fue precisamente en este año cuando los habitantes de San Bernardino decidieron asociarse para recuperar las tradiciones de sus ancestros. “Cuando nos dimos cuenta de que se nos había dañado el agua y que la ciudad nos estaba invadiendo, decidimos asociarnos para recuperar lo que es nuestro”, dice Jimy Corredor Chiguasuque. En este momento son 720 familias las que pertenecen y comparten las tradiciones del cabildo indígena” (Peña, el espectador). Así poco a poco intentan recuperar su cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario